El miedo al Otro
Psicología ES

El miedo al Otro


...............................El escritor Amos Oz

Amos Oz describió en su novela Una pantera en el sótano, la relación de amistad entre un niño judío de Jerusalén y un policía británico en la época anterior a la declaración del estado de Israel, cuando Palestina aún estaba bajo el mandato de Gran Bretaña. Una relación que se fragua alrededor de un intercambio de clases de inglés y hebreo, y que lleva a ambos al reconocimiento del “otro”, más allá de los prejuicios previos, y al debate moral entre la lealtad y la traición a sus iguales. Esa connivencia con el “enemigo”, que supuso para el protagonista infantil de la novela la consideración de traidor por parte de sus amigos, es una clara metáfora de la vida del escritor, un intelectual comprometido con la superación de los fanatismos y de las diferencias que separan a árabes y judíos, y que le supuso el rechazo de sus paisanos. En su magnífica obra Contra el fanatismo, Oz plantea todo un canto a la paz, y sitúa en el fanatismo la causa de la mayoría de los conflictos que aquejan al mundo actual. Para el intelectual israelí, la esencia del fanatismo reside en “el deseo de obligar a los demás a cambiar. En esa tendencia tan común de mejorar al vecino, de enmendar a la esposa, de hacer ingeniero al niño o de enderezar al hermano en vez de dejarles ser".

La visión esperanzadora de Amos Oz se sitúa en las antípodas de la de autores que como Samuel Huntington consideran inevitable el choque entre la civilización occidental y el mundo del Islam (ver aquí). Para Huntington los conflictos tienen su origen en las diferencias religiosas, y por ello su resolución es difícil, y pasa por la disolución y absorción de una de las culturas por la más fuerte: el enfrentamiento resulta inevitable, y los buenos, es decir Occidente, deben derrotar a los malos, o sea el Islam, considerado intransigente, fanático y hostil. Esta tesis maniquea, probablemente por su simpleza, ha tenido una gran aceptación: estamos en peligro de muerte y tenemos que defendernos. Se acabó el relativismo cultural que dominó la esfera política durante las últimas décadas, a partir de ahora el faro de occidente debe iluminar la senda a seguir por las culturas inferiores.

Como ha señalado recientemente Tzvetan Todorov, detrás de esta idea se esconde un rígido determinismo cultural en el que se considera que los individuos actúan fundamentalmente de acuerdo con las normas de su grupo. Determinismo que afecta especialmente a quienes proceden de países musulmanes, pero no a nosotros los occidentales. Ellos actúan siguiendo los mandatos de su ADN cultural, nosotros por una serie de razones psicológicas, políticas, económicas o sociales. La libertad que revindicamos para la población de occidente se les niega a ellos que obedecen en todo momento su esencia de musulmanes.



Pero para Todorov el islamismo es un movimiento político, que no religioso, que tiene sus bases en una serie de acontecimientos ocurridos a lo largo del siglo XX. Esos avatares históricos han conducido al islamismo a la situación actual, doblemente maniquea, en la que los adversarios se convierten en una encarnación del mal que hay que derrotar. Todas sus desgracias proceden de su enemigo Israel y de su protector Estados Unidos.

Pero si las bases son políticas, también es posible una encontrar una solución política. Una solución que pasa por el diálogo, por escuchar al otro y, entender sus necesidades, sus deseos, su razones y su forma de entender el mundo (aquí) . Amos Oz y Tzvetan Torodov, al igual que Ryszard Kapuscinski, abogan por la mediación, por el pluralismo, por conocer al otro y por negar ese maniqueísmo tan presente en nuestro días. El miedo al otro nos hace intolerantes, y nos sitúa en una posición de alerta que anula la empatía y hace más probable la agresión reactiva puesto que tenemos que defendernos de esos bárbaros tan distintos a nosotros.
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Después de tanto tiempo
acechándoos,
cuando estuvo frente a ti,
viste
que su mirada era
tu mirada,
que tu miedo era
su miedo
que su dolor era tu dolor




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